Paredes vivas y una tendencia arquitectónica sustentable

Los jardines verticales son una de las muestras más evidentes de equilibrio perfecto entre diseño, infraestructura y ecología. Una de las tendencias más en voga de la arquitectura son las construcciones ecológicas, desde edificios autosustentables hasta ciudades enteras con mentalidad y enfoque natural. Dadas las circunstancias de contaminación del planeta, sobre todo de las grandes ciudades, es necesario resolverlas de manera urgente, por lo que ha surgido este tipo de diseño e infraestructura ecológica. Pero más allá del factor responsabilidad, es también cierto que el toque fresco y vibrante que da la naturaleza, tanto a interiores como exteriores, es insuperable en belleza y concepto.

El diseño de interiores y los jardines verticales

De acuerdo con diversas fuentes, un jardín vertical es una instalación cubierta de plantas de diversas especies que son cultivadas en una estructura especial dando la apariencia de ser un jardín pero de manera perpendicular. Este tipo de estructuras está inspirado en las plantas y flores que se pueden observar en acantilados o alrededor de cascadas y precipicios.

La aplicación de estos jardines en espacios interiores los transforma en lugares especialmente hermosos. Los colores y la vida rebosante de frescura son insuperables por cualquier otro tipo de decoración, justamente porque están vivos, son palpables y están en constante cambio. Descubrir que las flores del jardín vertical del lugar al que se asiste todos los días han florecido, en un sin fin de colores repletos de energía, produce una sensación de placidez y armonía, que a su vez generan entusiasmo y buena vibra.

Y si es el caso de llegar a un lugar que no se frecuenta a menudo, se produce otro efecto interesante, ya que es posible apreciar los cambios en las texturas y colores de las plantas. Esto produce una sensación de gran alegría y renovado interés al ingresar en el espacio que cuenta con este tipo de jardines.

Una bocanada de aire fresco/opciones de sustentabilidad ecológica

Los jardines verticales no son un invento nuevo, los primeros de ellos nacieron en Babilonia hace más de 2500 años, su función era producir en los transeúntes la sensación de pasearse por los jardines del bosque más tranquilo sin tener que salir de la ciudad. Su función no ha cambiado mucho en la actualidad, pero ha adquirido un punto extra a su favor, ya que hoy en día sabemos que las plantas son las encargadas de reciclar el aire que respiramos, y dado que hoy generamos muchísimo más hidróxido de carbono, la implementación de este tipo de jardines proporciona un respiro, literalmente hablando, para la gente que habita en las grandes metrópolis.

Una de las primeras características que saltan a la mente al escuchar las palabras diseño ecológico son los jardines verticales, ya que por su llamativa composición, colores y hermosa presencia resaltan por sobre otras cosas. Es cierto que no es la única herramienta para lograr una sustentabilidad ecológica, ya que un edificio que simplemente cuente con este tipo de jardines y siga utilizando las mismas fuentes de energía no renovable no tiene demasiado sentido. La concepción de una construcción ecológica debe ser global pensando en todos los factores que lo componen, todo debe apuntar a ello, desde el proceso de construcción, hasta la forma en la que va a funcionar el edificio, y, por supuesto, sin olvidar el diseño.

Los jardines verticales son la firma visible que caracteriza a las construcciones ecológicas, además le proporciona la oportunidad de estar literalmente vivo, con plantas que respiran, crecen y florecen.

Cultura ecológica

La contaminación ha llegado a ser una gran amenaza para el mundo entero, principalmente por la polución y el uso de combustibles. Algunas ciudades de China, por ejemplo, tienen periodos de tan alta contaminación que se les recomienda a sus habitantes tener ciertos cuidados, como evitar salir de las casas o usar un cubrebocas o mascarilla para evitar respirar el smog.

Son muchas las ciudades alrededor del mundo que buscan darles a sus infraestructuras y espacios un concepto ecológico, entre ellas están por ejemplo San Francisco en Estados Unidos, Malmoe en Suecia y Reykjavik de Islandia, este último se caracteriza por ser la ciudad que menos contamina del mundo llegando a generar el 99.9% de su electricidad usando fuentes geotérmicas. Además los autobuses de transporte público funcionan en base a hidrógeno por lo tanto no generan emisión de carbono.

Algunas de las ciudades más ecológicas de suramérica son Bogotá y Curitiba en Brasil, que han invertido una gran cantidad de dinero y esfuerzo en reducir sus emisiones de carbono. Uno de las herramientas, tanto estéticas como de sanidad ambiental, son los jardines verticales tanto exteriores como interiores.

La aplicación y cuidado de los jardines verticales no es demasiado compleja, ya que para estos se escogen plantas que puedan sobrevivir bien de manera casi autónoma, esta cualidad hace que su mantenimiento no sea tan regular como con otro tipo de plantas más sensibles. el proceso de implementación de estos jardines no es muy complejo y no se requiere maquinaria especial. Así que los factores de cuidado y construcción no son impedimento para la instalación de este tipo de estructuras.

Mejorando el clima laboral y la productividad, desde la infraestructura

Los jardines verticales en diseño interior proporcionan múltiples beneficios más allá del estético, ya que generan un ambiente de paz, tranquilidad y equilibrio. Además refresca el aire y los colores verdes producen en la mente un estado de energía que ayuda a mejorar la productividad y el trabajo eficiente. Las plantas en general producen una sensación de placidez y sosiego, estas permiten mejorar las relaciones entre las personas que se encuentren en estos lugares. Las plantas necesitan mucha luz y ventilación, por lo que las estancias que gozan de jardines verticales, suelen ser muy luminosas y cálidas, lo que genera también muchos beneficios tanto psicológicos como corporales para los humanos.

Son muchos los beneficios de los jardines verticales, desde estéticos, ecológicos y hasta sociales. Además su instalación y mantenimiento no suponen ninguna dificultad, por lo que es una de las opciones más recomendables para dar el toque natural y vivo a las construcciones, los arquitectos de todo el mundo están inclinándose por este tipo de estructuras, la población humana supera los 7000 millones de habitantes y más de la mitad de estos viven en las ciudades, es indispensable apostar por una opción ecológica, tanto para el beneficio y bienestar de sus habitantes como el del planeta.